LA MASCARADA TRADICIONAL COSTARRICENSE
¿Cuándo,
dónde y cómo surgen las mascaradas costarricenses tradicionales?
Las mascaradas es una tradición popular de Costa Rica que tiene raíces en la época colonial y que se sigue festejando en la actualidad. El origen es producto de prácticas festivas coloniales. Se encuentra relacionado con la festividad de gigantes y cabezudos en relación de indígenas autóctonas eso quiere decir que ha nacido en el mismo lugar en el que reside.
Los distintos personajes que se representan en las
mascaradas se llaman mantudos o payasos y que tiene como característica
pasearse por las calles en festividades populares y turnos. En estas
actividades los personajes bailan al son de la música con cimarronas y
acompañándolos con juegos artificiales. Se declara que el día 31 de octubre del
1997 como el día Nacional de las mascaradas.
Antes de la llegada de los españoles al suelo tico, los
indígenas contaban con diversas tradiciones y una de ellas era que elaboraban y
utilizaban las máscaras. La más destacada de estas tradiciones, que ha llegado
hasta la actualidad, es el juego de los
diablitos de Boruca. Esta
fiesta de raíces indígenas, en los cuales participan de los juegos de los
diablitos que se disfrazan para la celebración.
Las máscaras siempre han tenido un papel importante en la cultura y las tradiciones costarricenses. Ya los pueblos aborígenes elaboraban y utilizaban máscaras con diversos propósitos. Ellos las confeccionaban con materiales como arcilla, madera, ramas y hojas, piedra volcánica, barro, oro, plata, cerámica y jadeíta. Una vez listas las coloreaban y decoraban con pigmentos naturales. Estas máscaras se hacían con rasgos animales y grotescos; cuernos, grandes colmillos, deformaciones, facciones de felinos, venados, murciélagos, serpientes, ranas, lagartijas, monos, aves y otros, propios de su medio natural y significativas de su cultura.
La primera mascarada como tal nace en Cartago durante las celebraciones en honor a la Virgen de los Ángeles, Patrona de Costa Rica, el 2 de agosto. Rafael “Lito” Valerín era un artesano de la zona, quien desarrolló a la primera “Giganta”: máscara sobre un armazón de madera para darle la sensación de gran tamaño. Don Lito realizaba marionetas y también instrumentos musicales como guitarras, marimbas, violines entre otros. Los mantudos como le llaman son personas que se envolvían en mantas de colores con agujeros para los ojos y nariz colocándose una máscara del cualquier personaje.
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